MADELEN GOMEZ- LOS SERES HUMANOS DEVINIERON EN CYBORGS

 LOS SERES HUMANOS DEVINIERON EN CYBORGS 

INTRODUCCIÓN

Los avances de la tecnología nos conducen al poshumanismo, y eso es ineludible. En la actualidad, la evolución de nuestra especie “no solo se da en términos biológicos y, por tanto, genéticos, sino que el concepto de biogenética, en el que cultura y biología se retroalimentan una a la otra, lleva a que la evolución sea más acelerada”, dice a EL TIEMPO el siquiatra Alfonso Rodríguez, director del área psicosocial de la Universidad El Bosque.

Admite que indudablemente, en la medida en que estas tecnologías se apliquen, generarán unas brechas enormes entre los que pueden tener acceso a ellas y los que están en la periferia. “En mi opinión, la exclusión va a ser aún mayor porque estas tecnologías están dadas para aumentar la eficacia y la eficiencia de unos, y eso generará la ineficiencia de los que no podrán subirse a ese vagón del futuro”.


En Europa, especialmente en Suecia, Alemania, Holanda e Inglaterra, y en Estados Unidos, los implantes de microchips en el cuerpo humano para facilitar acciones cotidianas o salvar vidas son una tendencia impulsada por miles de personas. En Colombia, los microchips se emplean, de momento, para identificar mascotas y ganado, pero lo más probable es que su uso en seres humanos también termine imponiéndose.

La tecnología no solo está prolongando nuestras vidas al mejorar el funcionamiento del corazón, los riñones, el cerebro, nuestra motricidad, etc., sino que microchips del tamaño de un grano de arroz están siendo inyectados en el dorso de la mano, entre los dedos índice y pulgar, para abrir puertas, encender vehículos o pagar cuentas. Empresas como I am Robot, con sede en Alemania, los venden a todo el mundo, y, en América Latina, sobre todo a México, desde 2015.




MARCO TEÓRICO

Al escuchar la palabra cyborg emerge un abanico impreciso de posibilidades. Robots, androides, hackers, metales, cables y computadoras son algunas de las imágenes alrededor de este concepto. La profusión de representaciones encuentra cierto asidero en la figura de un varón, adulto, musculoso, adiestrado en alguna disciplina de combate, con dispositivos tecnológicos implantados en el cuerpo. En cierta medida ha sido la ciencia ficción y su mainstream cinematográfico el encargado de difundir este imaginario: Robocop es un cyborg, Terminator y Darth Vader también. Sin embargo, no todo es ciborg: 3PO, R2D2 o E-Wally son inteligencias artificiales. Mientras que los primeros conservan elementos orgánicos, los segundos tienen una composición enteramente sintética. ( Goñi, 2021, pág. 82)

 



            Los avances de la tecnología nos aproximan hoy, en consecuencia, a ese hombre físicamente perfecto, ideado por series de televisión como El hombre nuclear (1973-1978, basada en la novela Cyborg, de Martín Caidin), en la que al accidentado astronauta Steve Austin (Lee Majors) le reemplazan las piernas, un brazo y el ojo izquierdo por otros artificiales de altísima tecnología que multiplican sus cualidades físicas.

             También nos acercan a Un mundo feliz, novela del escritor británico Aldous Huxley escrita hace 86 años, en la que se anticipa, por ejemplo, el desarrollo de la tecnología reproductiva y la eugenesia, el término creado en el siglo XIX por Sir Francis Galton, primo de Charles Darwin, para identificar la transformación artificial o la manipulación de la evolución humana.

El género cyborg es una posibilidad local que cumple una venganza global. No existe impulso en los cyborgs para producir una teoría total, pero sí una experiencia íntima de las fronteras, de su construccón y de su deconstrucción. (…) Significa al mismo tiempo construir y destruir máquinas, identidades, categorías, relaciones, historias del espacio. A pesar de que los dos bailan juntos el baile en espiral, prefiero ser cyborg que una diosa. ( ANGUIX, 2015, pág. 439)



              Muchas de las personas que hoy utilizan los microchips en Suecia, como el diseñador Erik Frisk, por ejemplo, admitieron en una entrevista con la televisión alemana que ya no solo podrían vivir sin ellos, sino que estarían dispuestos a someterse a otros para mejorar su vida u optimizar su salud o sus cualidades físicas y mentales. “Si hablamos de marcapasos, eso es realmente invasivo, pero llegamos a un punto en que debemos mejorarnos a nosotros mismos, ser más fuertes, saludables, ágiles, y yo estaría dispuesto a utilizar la tecnología para conseguirlo, cuando esté madura”, dijo Frisk.

            Más de cuatro mil personas, solo en Suecia, viven hoy con un microchip incrustado en el dorso de una mano para abrir puertas, pagar con sus tarjetas de crédito, ingresar a sus trabajos, al gimnasio o viajar en tren. “Todo es perfecto. Básicamente, todo está dentro de mi cuerpo: tarjetas de crédito, llaves, celular”, admitió en otra entrevista con la televisión alemana una usuaria sueca de microchips.


            “Se trata de un medio de identificación que puede comunicarse con otros objetos que se encuentren alrededor del usuario. Puedes abrir puertas, puedes imprimir de manera segura documentos y, sobre todo, con este chip te puedes comunicar con tu teléfono móvil para enviar los contactos de personas con las que te hayas reunido”, explicó Patrick Mesterton, uno de los fundadores del Epicenter, al portal Euronews.

            Por ahora, los beneficios de este microchip son limitados, pero Mesterton asegura que seguirán investigando qué otras posibilidades ofrece este dispositivo y qué otros productos y servicios podrán ser desarrollados. En el futuro, podría permitir también a sus usuarios comprar comida en la cafetería de la empresa o, incluso, chequear su estado de salud.
            La empresa norteamericana Dangerous Things, con sede en Seattle (Estados Unidos) y proveedora de esos dispositivos, manifiesta tener más de 10.000 clientes en el mundo que también los utilizan.



Venimos al mundo con la condición de que el mundo social ya está ahí, preparando el terreno para nosotros. Esto implica que no podemos persistir sin normas de reconocimiento que sostengan nuestra persistencia: el sentido de la posibilidad que me pertenece debe primero ser imaginado desde algún otro lugar antes de que yo pueda empezar a imaginarme a mí misma. (…) No puedo ser quien soy sin recurrir a la asocialidad de normas que me preceden y me exceden. En este sentido estoy fuera de mi misma desde el inicio y así debe ser para sobrevivir y para poder entrar en el reino de lo posible. (Navarro Morales , 2017, pág. 71)

 

CONCLUSIÓN

Hemos visto cómo la representación de los cuerpos abyectos en la literatura y cine contemporáneos se convierte en una acción reivindicativa para aquellas identidades y sexualidades excluidas de lo considerado heterónoma, intentando ofrecer una visión panorámica de la cuestión, no solo comparando tres literaturas distintas (la británica, la latinoamericana, la española), sino también abordándolo desde dos puntos de vista complementarios: el feminista y el queer. Así, se ha partido de los presupuestos feministas para analizar la androginia y el ciborg hasta llegar al último apartado, donde intentamos sintetizar los fundamentos de la teoría queer. Pero, si se mira atrás, se podrá comprobar que se han tratado estas dos perspectivas y estos dos monstruos simultáneamente, que desde la androginia de Woolf se ha podido esbozar el ciborg de Haraway, o que desde Butler, Lauretis y otras comienza a difuminarse la dualidad que juega en la construcción del deseo y de la subjetividad. En este sentido, cabe insistir en que tanto el andrógino como el ciborg son dos metáforas, y forman parte de un lenguaje transgresor que intenta romper dicotomías de sexo, de clase, de raza o incluso de lo humano.

ENLACES 

 QUÉ SON LOS CYBORGS O CÍBORGS Y SUS RASGOS CARACTERÍSTICOS

CYBORG

Referencias

ANGUIX, A. (9 de 7 de 2015). Andróginos y ciborgs: monstruos de descontruccion . Obtenido de https://roderic.uv.es/bitstream/handle/10550/47295/5191549.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Goñi, M. (31 de 07 de 2021). .CYBORGS Y FEMINISMOS. Obtenido de file:///C:/Users/HP/Downloads/Dialnet-CyborgsYFeminismos-8102873.pdf

Navarro Morales , M. (05 de 02 de 2017). DE LA REESCRITURA ILEGÍTIMA DE SÍ MISMO:DEVENIR- CYBORG COMO PRÁCTICA CONTRASEXUAL . Obtenido de file:///C:/Users/HP/Downloads/6508-Texto%20del%20art%C3%ADculo-22438-1-10-20171215.pdf

 


 

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